Dopo quasi due anni di lockdown tra chiusure totali, riaperture seguite da nuove chiusure, sembra – purtroppo siamo sempre costretti ad usare il condizionale – che stavolta finalmente ci sia la ripartenza, anche per le scuole di ballo.
Milano, 9 settembre 2021 – Siete pronti a staccare le scarpette (da ballo!) dal chiodo, o a comprarne un paio nuovo di zecca se siete debuttanti, e iscrivervi a un corso di ballo?
Che la vostra passione sia il balletto classico, il jazz, l’hip-hop, la danza moderna, il ballo liscio o caraibico, il tango, il country o il rock’n roll, è arrivato il momento di ricominciare, o cominciare a studiare, iscrivendovi ad uno degli innumerevoli corsi che le tantissimi scuole, sparse in tutta Italia, offrono.
Classico, Modern, jazz e hip-hop, non passano mai di moda.
I balli caraibici, dopo il boom dei primi anni duemila, proseguono con successo la loro strada, con modifiche e aggiunte: salsa cubana, portoricana, New York Style, Los Angeles Style, Sosa Style e colombiana. Bachata nei suoi diversi stili: se da un lato va molto la ‘sensual’ dall’altro, assistiamo a un revival e a un rafforzarsi della bachata tradizionale, con anche corsi di cultura dominicana, proprio in contrapposizione alla nuova bachata, che secondo alcuni, di bachata vera e proprio ha poco o niente.
Il merengue si é un po’ perso per strada (purtroppo: è molto divertente ed è l’ideale per imparare a muovere il bacino, speriamo torni alla ribalta!), ma è subentrato il reggeaton che continua a mietere sempre più successo come musica e quindi anche come ballo.
É arrivata la kizomba, ballo in realtà di origine africana.
Oltre ai balli classici e più diffusi e conosciuti, negli ultimi anni sta prendendo piede anche il country, molto coinvolgente e divertente, al ritmo di musica rock americana.
Insomma, ce n’è davvero per tutti i gusti! E per tutte le tasche. I prezzi medi oscillano tra i 40 e gli 80 euro al mese, circa, ma variano molto da scuola a scuola e da corso a corso.
Ma non scegliete in base al prezzo più basso; prima di iscrivervi ad una scuola, andate a vederla, guardate se rispetta le norme igieniche e anti COVID: sono sinonimo di serietà.
Per scegliere un corso, non basatevi solo sul consiglio di un amico: approfittate delle lezioni di prova gratuite – se previste – o chiedete di farne una a pagamento (di solito il costo è sui 10/15 euro). Solo così potrete capire se quel corso e soprattutto quell’insegnante é adatto a voi. Se è in grado – che voi abbiate 20, 40 o 60 anni – di trasmettervi quella passione, di accendere quella fiamma, che anche nelle più gelide serate invernali, quando vi troverete a scegliere tra il piumone e Netflix da una parte o il corso di ballo dall’altra, opterete per quest’ultimo.
E adesso via… é ora di smettere di chiacchierare e di entrare a far parte di quella cerchia di felicissime persone, che ad un tratto, senza nemmeno accorgersi del cambiamento, si ritrova a rifiutare gli inviti con la frase “Non posso, ho danza”.
De vuelta a la escuela sí … ¡pero de baile!
Después de casi dos años de bloqueo entre cierres totales, reapertura seguida de nuevos cierres, parece que – lamentablemente, siempre nos vemos obligados a usar el condicional – esta vez finalmente hay un reinicio, incluso para las escuelas de baile.
Milán, 9 de septiembre de 2021 – ¿Estás listo para usar los zapatos (¡de baile!) o para comprar un par nuevo si eres principiante e inscribirte en una clase de baile?
Ya sea que su pasión sea el ballet clásico, el jazz, el hip-hop, la danza moderna, el baile de salón o caribeño, el tango, el country o el rock’n roll, es hora de empezar de nuevo o empezar a estudiar baile, registrándose en uno de los innumerables cursos que las muchas escuelas, esparcidas por Italia, ofrecen.
Clásico, moderno, jazz y hip-hop, nunca pasan de moda.
Los bailes caribeños, luego del boom de principios de los 2000, continúan con éxito su camino, con cambios y adiciones: salsa cubana, puertorriqueña, estilo New York, estilo Los Ángeles, estilo Sosa y salsa colombiana. Bachata en sus diferentes estilos: si por un lado lo ‘sensual’ va mucho por el otro, estamos asistiendo a un resurgimiento y fortalecimiento de la bachata tradicional, con también cursos de cultura dominicana, precisamente en contraste con la nueva bachata, que según algunos, de auténtica bachata tiene poco o nada.
El merengue se pierdò un poco por el camino (lamentablemente: es muy divertido y es ideal para aprender a mover la pelvis, ¡esperamos que vuelva a destacar!), pero el reggeaton se ha apoderado y sigue cosechan cada vez más éxito como música y, por tanto, también como baile.
Ha llegado la kizomba, una danza realmente de origen africano.
Además de los bailes clásicos y conocidos, en los últimos años el balìe country, muy atractivo y divertido, también ha ido ganando terreno al ritmo del rock americano.
En resumen, ¡realmente hay algo para todos! Y para todos los presupuestos. Los precios medios oscilan entre los 40 y los 80 euros al mes, aproximadamente, pero varían mucho de una escuela a otra y de un curso a otro.
Pero no elija basándose en el precio más bajo; antes de matricularte en una escuela, ve a verla, mira si respeta las normas de higiene y anti-COVID: son sinónimo de seriedad.
Para elegir un curso, no confíe solo en el consejo de un amigo: aproveche las lecciones de prueba gratuitas, si las hay, o solicite tomar una por una tarifa (generalmente el costo es de alrededor de 10/15 euros). Solo así podrás entender si ese curso y sobre todo ese profesor es adecuado para ti. Si el es capaz – también si usted tienes 20, 40 o 60 años- de transmitirte esa pasión, de encender esa llama, que incluso en las noches más frías de invierno, cuando te encuentras eligiendo entre el edredón y Netflix por un lado o el curso de baile por el otro, optarás por este último.
Y ahora vamos … es el momento de dejar de charlar y pasar a formar parte de ese círculo de gente feliz, que de repente, sin siquiera notar el cambio, se encuentran rechazando invitaciones con la frase “no puedo, tengo baile”.