Per il settore più colpito dalla pandemia – quello dei locali da ballo – tante promesse, ma ancora nessun sì definitivo.

Milano, 5 luglio 2021 – Uno dei settori più colpiti economicamente da questa pandemia, se non il più colpito in assoluto, visto che è l’unico a non aver ancora potuto riaprire ufficialmente, é quello delle discoteche.

“Parole, parole, parole…” cantava Mina. “Parole soltanto parole” quelle del Governo che ormai da mesi annuncia la riapertura dei locali da ballo, ma ancora non ha dato direttive precise: “Riapertura il 1 luglio” “Sì, ma solo all’aperto”, “Senza ballo” (parliamo di LOCALI DA BALLO!), “Solo col Green Pass”.

Ora SEMBREREBBE, il condizionale e il maiuscolo sono d’obbligo, che forse le discoteche potranno riaprire da metà luglio. Ma intanto metà stagione è andata! Siamo al 5 luglio e dell’ok definitivo ancora nessuna traccia.

E ognuno fa quello che gli pare… Inutile negarlo: video sui Social Network e soprattutto stories, che durano 24 ore e poi si cancellano senza lasciar traccia e ‘prove incriminanti’, testimoniano un popolo della notte molto attivo. Si balla ovunque: spiagge, ristoranti, bar e pub, all’aperto, ma anche al chiuso, tutti appiccicati e senza mascherina. Perché i giovani – e anche i meno giovani! – muoiono dalla voglia di tornare a vivere. E il ballo é una delle forme più sincere e spontanee di amore per la vita.

Le regole – ripeto – sono tutto fuorché chiare: ballare non si può, ma fare lezione di ballo all’aperto sì. Quindi perché non fare lezioni dopo cena, alle 22.00 o alle 23.00? Qual è la differenza?

A farne le spese, se così si può dire, è chi – come spesso accade – si attiene alle regole e in silenzio e con tanta rabbia, attende che il Governo decida. E intanto resta chiuso. Ma se si va avanti così, chissà se sarà economicamente in grado di riaprire l’attività.

Discos: ¿ se puede bailar o no?

Para el sector más afectado por la pandemia, el de las discotecas, muchas promesas, pero todavía ningún sí definitivo.

Milán, 5 de julio de 2021 – Uno de los sectores más afectados económicamente por esta pandemia, si no el más afectado, dado que es el único que aún no ha podido reabrir oficialmente, es el de las discotecas.

“Palabras, palabras, palabras …” cantó Mina. “Palabras tan sólo palabras” las del Gobierno que desde hace meses anuncia la reapertura de los salones de baile, pero aún no ha dado directivas concretas: “Reapertura el 1 de julio” “Sí, pero sólo al aire libre”, “Sin baile” (¡Estamos hablando de SALAS DE BAILE!), “Solo con el Pase Verde”.

Ahora PARECE, las letras condicionales y mayúsculas son imprescindibles, que quizás las discotecas puedan reabrir a partir de mediados de julio. Pero mientras tanto, ¡se acabó la mitad de la temporada! Estamos en el 5 de julio y todavía no hay señales del ok final.

Y cada uno hace lo que le da la gana … De nada sirve negarlo: vídeos en las Redes Sociales y sobre todo historias, que duran 24 horas y luego se borran sin dejar rastro y ‘pruebas incriminatorias’, atestiguan un pueblo muy activo de la noche. Se baila en todas partes: playas, restaurantes, bares y pubs, al aire libre, pero también adentro, todos pegados y sin máscara. Por qué jóvenes – ¡y no tan jóvenes también! – se mueren por volver a la vida. Y bailar es una de las formas más sinceras y espontáneas del amor por la vida.

Las reglas – repito – son todo menos que claras: no se puede bailar, pero sí se puede dar una lección de baile al aire libre. Entonces, ¿por qué no dar clases después de la cena, a las 22:00 o a las 23:00 horas? ¿Cuál es la diferencia?

A expensas, si podemos decirlo, están los que – como suele suceder- acatan las normas y en silencio y con mucha rabia, esperan a que el Gobierno decida. Y mientras tanto permanecen cerrados. Pero si la situación sigue así, quién sabe si serán económicamente capaces de reabrir el negocio.