Stasera un’altra manifestazione per tenere alta l’attenzione sul caso.

Firenze, 10 lug. – Un mese è passato e di Kata, la bambina scomparsa dall’hotel Astor di Firenze, nessuna traccia. Nonostante una massiccia ispezione nella struttura occupata che era la sua casa, la visione di tutte le telecamere della città, e la convocazione di oltre settanta persone che vivevano nell’ex hotel Astor di via Maragliano a cui è stato preso anche il dna.

Stasera un’altra manifestazione per tenere alta l’attenzione sul caso. Era il 10 giugno. Esattamente un mese fa. L’ultima immagine di di Kataleya Mia Alvarez, per tutti Kata, la bambina di cinque anni figlia di peruviani è quella di una telecamera che punta sul lato di via Boccherini dell’edificio. La bambina prima esce con alcuni bambini tra cui suo fratello ma subito rientra (15.01), poi alle 15.13 viene inquadrata mentre scende verso il cortile. Da li’ il buio. La mamma rientra alle 15.45, la prima telefonata giunge ai carabinieri alle 18.41. La denuncia viene formalizzata alle 20.30. Da quel momento, il caso è aperto. La procura apre un fascicolo per sequestro di persona.

Tre giorni dopo il padre Miguel Angel Romero Chicllo viene scarcerato. Con la moglie Katherine verrà sentito più volte dagli inquirenti, e si presenterà anche spontaneamente dai pm.

Il 17 giugno lo sgombero da parte delle forze dell’ordine. Ma di Kata, cercata in ogni anfratto dai reparti speciali dei carabinieri, nessuna traccia. Tante le ipotesi sul tappeto degli investigatori che senza sosta sono al lavoro per vagliare le tante piste, di cui, tra tutte: una vendetta nei confronti della famiglia per la guerra che si consumava nell’Astor per un posto letto. Ma non si esclude la pista della pedofilia. E si cerca anche la via di fuga: forse chi ha preso Kata è passato dal retro. Quell’area della città, a nord di Firenze, è densamente abitata. Sotto i condomini, molti garage e cantine molte delle quali perlustrate anche con la tecnologia più avanzata dagli esperti dei vari reparti dei carabinieri. Ma Kataleya sembra svanita nel nulla.

Florencia: 30 días sin la pequeña Kataleya

Otra manifestación esta noche para mantener la atención sobre el caso.

Florencia, 10 de julio. – Ha pasado un mes y no hay rastro de Kata, la chica que desapareció del hotel Astor de Florencia. A pesar de una inspección masiva de la estructura ocupada que era su hogar, la visualización de todas las cámaras de la ciudad y la convocatoria de más de setenta personas que vivían en el antiguo hotel Astor en via Maragliano cuyo ADN también fue tomado.

Otra manifestación esta noche para mantener la atención sobre el caso. Era el 10 de junio. Hace exactamente un mes. La última imagen de Kataleya Mia Alvarez, para todos Kata, la hija de cinco años de peruanos, es la de una cámara apuntando hacia el costado del edificio de Via Boccherini. La niña sale primero con unos niños incluido su hermano pero inmediatamente regresa (15.01), luego a las 15.13 es fotografiada mientras desciende hacia el patio. A partir de ahí la oscuridad. La madre regresa a las 15.45, la primera llamada telefónica llega a la policía a las 18.41. La denuncia se formaliza a las 20.30 horas. Desde entonces, el caso ha estado abierto. El fiscal abre una causa por secuestro.

Tres días después, su padre Miguel Ángel Romero Chicllo salió de prisión. Con su esposa Katherine será escuchado varias veces por los investigadores, y también aparecerá espontáneamente por los fiscales.

El 17 de junio, el desalojo por la policía. Pero de Kata, buscada en todos los rincones y grietas por los departamentos especiales de los carabinieri, no hay rastro. Tantas hipótesis sobre la alfombra de los investigadores que trabajan sin descanso para cribar las múltiples pistas, de las cuales, entre todas: una venganza contra la familia por la guerra que se consumió en el Astor por una cama. Pero la pista de la pedofilia no está excluida. Y también estamos buscando una vía de escape: quizás quien tomó el Kata fue por la parte de atrás. Esa zona de la ciudad, al norte de Florencia, está densamente poblada. Debajo de los condominios, muchos garajes y sótanos, muchos de los cuales también son patrullados con la tecnología más avanzada por los expertos de los distintos departamentos de carabinieri. Pero Kataleya parece haberse desvanecido en el aire.